La gobernanza fiscal no es un concepto nuevo, pero por su naturaleza en constante evolución es importante mantenerse informado.
Los aspectos ESG se han convertido en un componente vital para los negocios, con un escrutinio cada vez mayor sobre las empresas para lograr objetivos relacionados con la sustentabilidad. Unite a nosotros mientras examinamos cómo agregar valor a la agenda ESG a través de los últimos avances globales en materia de impuestos y ESG.
Los impuestos siempre han sido un motor clave del cambio empresarial, y el reciente aumento de los créditos e incentivos fiscales ambientales es un claro ejemplo de ello. Más recientemente, también ha habido una mayor presión de los inversores y las partes interesadas sobre las empresas para que adopten prácticas que sean éticas y sostenibles. Desde el punto de vista de la gobernanza, esto significa fundamentalmente que las entidades con certificación ESG deben ser ciudadanos corporativos responsables.
Ahora se espera que las empresas establezcan políticas fiscales claras que se alineen con sus compromisos ESG y, lo que es más importante, las cumplan. El cumplimiento de la legislación tributaria y la presentación de declaraciones de impuestos es un componente fundamental de la gobernanza en el que ya participan empresas de todos los tamaños.
Una política fiscal transparente puede ser una herramienta sólida para que las empresas demuestren sus contribuciones ESG más amplias y generen confianza, tanto entre el público como entre sus accionistas. Por el contrario, tener una mala relación con las autoridades fiscales (particularmente una que resulte en publicidad negativa) puede perjudicar significativamente los objetivos ESG específicos de una organización.
Al ser consciente del creciente número de reglas de gobernanza, podés colocar a tu empresa en una posición sólida para demostrar una estrategia ESG global.
“En Australia, la gobernanza del riesgo fiscal es un aspecto importante de lo que hacemos. En los últimos tiempos, la ATO (Oficina Australiana de Impuestos) comenzó a desempeñar un papel vital para ayudar a la transparencia y el buen gobierno corporativo, lo cual está dentro del espíritu de ESG”, comenta Himashini Weeraratne, Socia y líder de servicios financieros y referente del grupo fiscal ESG, Grant Thornton Australia.
“El objetivo era elevar el riesgo fiscal empresarial desde el back of office hasta convertirlo en una responsabilidad clave de los directores y la junta directiva. Juntos, los directores, la gerencia y la junta directiva deben demostrar que una organización cuenta con un marco de gestión y gobernanza de riesgos fiscales sólido y eficaz. Una política fiscal transparente puede ser una herramienta sólida para que las empresas demuestren sus contribuciones ESG más amplias y generen confianza del público y de las partes interesadas”.
“Una política fiscal transparente puede ser una herramienta sólida para que las empresas demuestren sus contribuciones ESG más amplias y generen confianza del público y de las partes interesadas” - Himashini Weeraratne, Socia y líder de servicios financieros y referente del grupo fiscal ESG, Grant Thornton Australia.
La gobernanza fiscal no es un concepto nuevo; varios aspectos de esta existen desde hace bastante tiempo. Sin embargo, es un área que continúa evolucionando, con cambios en la legislación que se centran cada vez más en la importancia de los datos, procesos, controles y la gobernanza.
El programa BEPS de la OCDE es un excelente ejemplo de esto. Se centra en nuevas normas diseñadas para contrarrestar la evasión fiscal corporativa percibida por parte de corporaciones multinacionales. Analiza dónde y cuánto deberían pagar en impuestos estas empresas. Más de 130 países se han comprometido a implementar estas reglas, y su cumplimiento ha obligado a las empresas a tener un enfoque renovado en sus procesos internos.
“A menudo se dice que, para realizar un cálculo completo del segundo pilar, es posible que se requieran alrededor de 150 puntos de datos por jurisdicción/entidad. No hay manera de que el cumplimiento de ese régimen sea posible sin un buen manejo de los datos, procesos, controles y gobernanza, y estamos trabajando mucho con los clientes en esta área”. Sam Dean, Director y líder de Gestión de Riesgos Fiscales y Gobernanza, Grant Thornton Reino Unido.
Muchas naciones tienen sus propios métodos para evaluar la gobernanza tributaria, y ya existen los regímenes “Business Risk Review+” del Reino Unido y “Justified Trust” de la ATO para realizar evaluaciones sobre el nivel de calidad de la gobernanza, procesos y controles tributarios. Obtener malos resultados no sólo repercute negativamente en los resultados ESG de una organización, sino que también puede llevar a un escrutinio mucho mayor por parte de la administración fiscal, con todos los costos asociados que conlleva, ya que es más probable que los detalles sean incorrectos, sin procesos, controles y gobernanza de buena calidad.
“Incluso estamos viendo que las administraciones tributarias optan por señalar y denunciar una variedad de problemas de cumplimiento, entonces, ¿cuánto tiempo pasará antes de que la mala gobernanza fiscal sea uno de esos problemas?” explica Sam. "Eso tendría un enorme impacto en la reputación, no sólo sobre los accionistas sino también sobre los clientes, que son cada vez más exigentes sobre lo que compran y a quién se lo compran".
“Incluso estamos viendo que las administraciones tributarias optan por señalar y denunciar una variedad de problemas de cumplimiento, entonces, ¿cuánto tiempo pasará antes de que la mala gobernanza fiscal sea uno de esos problemas?” - Sam Dean, Director y líder de Gestión de Riesgos Fiscales y Gobernanza, Grant Thornton Reino Unido.
La gobernanza fiscal es una consideración importante para todas las empresas, independientemente de su tamaño, especialmente si se consideran los beneficios y eficiencias cotidianos que trae. No se trata simplemente de una cuestión que sólo las grandes empresas deban considerar.
“En Australia, los programas de la ATO comenzaron con los 100 principales, los 1.000 principales y pasaron al siguiente programa de 5.000: mercados medianos y emergentes, así como grandes grupos privados. Comenzaron con SAR (Streamlined Assurance Review), que se centró en el impuesto sobre la renta, y ahora pasaron a CAR (Combined Assurance Review), que se centra tanto en los marcos de gobernanza de los impuestos directos como de los impuestos indirectos””. Himashini Weeraratne, Socia y líder de servicios financieros y referente del grupo fiscal ESG, Grant Thornton Australia.
También hay un creciente énfasis en la responsabilidad corporativa a través de iniciativas, como la del Delito Penal Corporativo en el Reino Unido, que se aplica a empresas de todos los tamaños. Se trata de una legislación penal que ha sido diseñada específicamente para responsabilizar a las empresas de hacer más para prevenir la facilitación de la evasión fiscal con sanciones financieras ilimitadas impuestas por los tribunales para quienes infrinjan el régimen.
Sanciones como esta, cuando se combinan con el potencial daño a la reputación que supone estar involucrado en una investigación de este tipo, muestran la importancia de una gobernanza fiscal sólida.
La prevención de la facilitación de la evasión fiscal y el aumento de la responsabilidad corporativa en general siguen siendo áreas de interés para la OCDE, por lo que, con el tiempo, se pueden esperar nuevos desarrollos globales en estas áreas.
No lograr crear este marco puede dar lugar a un mayor escrutinio por parte de las autoridades fiscales. Esto podría incluir:
Independientemente de tu jurisdicción o del tamaño de tu organización, existen algunos principios básicos que pueden colocar a tu empresa en una buena posición desde la perspectiva de la gobernanza fiscal. Sin embargo, es importante recordar que estos principios no son simplemente ejercicios de marcar casillas: existen beneficios comerciales tangibles de una buena gobernanza fiscal.
Un buen punto de partida es tener una política o estrategia tributaria coherente que establezca el enfoque tributario de la empresa, procesos tributarios documentados y un enfoque estructurado para la identificación y gestión de cuestiones tributarias con una ruta clara de derivación a la Junta según sea necesario. Además, es de vital importancia que se pruebe el marco de control implementado para ayudar a mitigar esos riesgos, para garantizar que esté funcionando según lo previsto. La transparencia en todo esto es crucial.
Podés comenzar por iniciar una conversación dentro de tu organización. ¿Qué tan bien estás haciendo algunas de estas cosas? Y, lo más importante, ¿qué más podrías estar haciendo? El ESG y los impuestos están muy alineados y comprender cómo los impuestos pueden ayudarte a alcanzar tus objetivos ESG sin duda beneficiará a tu organización.
