Este año se observa un aumento de 1,1 puntos porcentuales en el porcentaje de puestos de alta dirección ocupados por mujeres, pasando del 32,4% en 2023 al 33,5%. Cuando empezamos a hacer un seguimiento del porcentaje hace 20 años, sólo el 19,4% de los puestos directivos estaban ocupados por mujeres. Desde la pandemia, el progreso se ha acelerado, pero sigue siendo lento. Sin una mayor atención al tema, al ritmo actual la paridad de las mujeres en la alta dirección no se alcanzará hasta 2053.
Los altos directivos de las firmas de Grant Thornton con los que hablamos para este informe expresaron su decepción por el ritmo del progreso. Pero hay razones para ser optimistas. Actualmente, el rendimiento se sitúa por encima de la línea de tendencia de los últimos 20 años y se ha producido una clara aceleración después de la pandemia. Es probable que esto haya sido impulsado principalmente por el cambio en las prácticas laborales que, aunque originalmente se impusieron a un nivel más generalizado por el Covid-19, abrieron las puertas a la posibilidad de trabajar de diferentes maneras.
Michelle Alphonso, Socia de Servicios de asesoramiento en transacciones nacionales y Líder de Capital privado de Grant Thornton Canadá, comenta: “La conversación hace 20 años, cuando las empresas consideraban nombrar a una mujer para un puesto directivo, ha cambiado. Ahora hay un mayor empoderamiento de las mujeres para tomar decisiones que apoyen sus propias prioridades personales y profesionales, incluidos acuerdos de trabajo flexibles y la aceptación de diferentes modelos de liderazgo que crean espacio para que las mujeres se muestren auténticas en roles de liderazgo. Necesitamos aprovechar lo que aprendimos de la pandemia y las prácticas laborales que aumenten el número de mujeres y líderes diversos en puestos de alta dirección”.
Este año marcó una caída significativa en el porcentaje de directoras ejecutivas, pasando del 28% el año pasado al 19%. En las grandes empresas hubo renuncias importantes en 2022/23 y los líderes del mercado medio parecen haber hecho lo mismo.i Cuando se preguntó a las directoras ejecutivas de las firmas más grandes sobre los motivos para dejar estos puestos, citaron la presión pública, las responsabilidades de cuidado y que en ocasiones sentían que, en estos puestos, debían comportarse más como hombres.ii
Karitha Ericson está de acuerdo en que esto también podría estar relacionado con la forma en que las mujeres sienten que deben desempeñar estos roles: “Las directoras ejecutivas a menudo se han enfrentado a desafíos importantes para asumir esos roles. Creo que hay diferentes expectativas sobre los directores ejecutivos mujeres y varones y, en general, es más difícil que las mujeres sean percibidas positivamente cuando hablan o no están de acuerdo. Esto podría llevar a la creencia de que las directoras ejecutivas no son tan claras y decididas, rasgos que generalmente se asocian con los directores ejecutivos hombres”.
Nuestra investigación confirma que las empresas que tienen más mujeres en la alta dirección pueden emerger con más fuerza en 2024 si crean un ambiente psicológicamente seguro donde las mujeres se sientan capaces de ser ellas mismas.
Priyanka Gulati, Socia de Consultoría en Capital humano de Grant Thornton Bharat, considera que la reciente crisis económica ha provocado que resurjan sesgos arraigados: “Cuando hay una situación económica incierta, el número de mujeres líderes senior disminuye porque las empresas piensan que necesitan a alguien que sea agresivo y asertivo.
Se considera que las mujeres son más colaborativas y, en tiempos de crisis, ese no suele ser el estilo de gestión al que recurren las empresas”.
Maddie Wollerton Blanks, Directora de People consulting de Grant Thornton Reino Unido, destaca que cuando las mujeres abandonan estos roles, el proceso no es propicio para que otra mujer las reemplace: “Los informes sobre la brecha salarial de género nos muestran que, si bien puede haber algunas mujeres en puestos de alta dirección, no hay suficientes en ese nivel o en puestos de dirección media. Esta falta de canal probablemente signifique que, si una directora ejecutiva deja un puesto, no habrá una mujer detrás de ella para asumir ese rol. Esto hace que la situación de la gestión femenina sea frágil”.
Desde 2012, ha habido mejores noticias en otros roles, incluido el de Directora de Recursos Humanos (del 11% en 2012 al 46% en 2024), Directora Financiera (del 12% al 39%) y Directora de Ventas (del 4% al 26%).
Si bien es positivo ver que, desde 2012, el porcentaje de mujeres que ocupan puestos de alto nivel ha aumentado, es esencial observar más de cerca dónde reside el equilibrio de poder. El hecho de que las directoras ejecutivas hayan experimentado un nivel de aumento tan bajo en los últimos 12 años sugiere que, aunque las mujeres son cada vez más parte del equipo directivo superior, no necesariamente ocupan los roles que tienen más poder.
Descargá el informe de Argentina para conocer más sobre de nuestros hallazgos:
i. euronews.com - The Great Break-up': Why female leaders are ditching their companies - 23.02.24
ii. telegraph.co.uk - Why high-flying women face less time at the top than men - 23.01.24