Sebastián Ferreyra, director de transfer pricing de Grant Thornton Argentina define las recomendaciones del Pilar 2 de la OCDE como "un sistema impositivo coordinado para garantizar que los grandes grupos multinacionales paguen un impuesto mínimo sobre los ingresos obtenidos en cada una de las jurisdicciones en las que operan". Además Sebastián comenta que las normas crean un «impuesto complementario» que gravará los beneficios obtenidos en cualquier jurisdicción en la que el tipo impositivo efectivo, calculado por cada jurisdicción, sea inferior al tipo mínimo del 15%.
Las nuevas normas modelo del Pilar 2 van a ayudar a los países a transponer las reglas a sus respectivas legislaciones internas. Las mismas establecen un sistema coordinado de reglas entrelazadas que:
"Las normas modelo del Segundo Pilar abordan el tratamiento de las adquisiciones y enajenaciones de los miembros del grupo e incluyen una regla específica relativa a determinadas estructuras holding y regímenes de neutralidad fiscal. Por último, abordan aspectos administrativos, como la presentación de declaraciones informativas, y establecen un régimen transitorio para las EMN que estén sujetas al impuesto mínimo global", agrega Sebastián.
“Las empresas se enfrentan a un torbellino de agitación y cambio, desde la transición ecológica y transformación digital hasta el impacto de las tensiones geopolíticas, escasez de talento y los cuellos de botella en la cadena de suministro. El Pilar 2 de la OCDE atraviesa todas estas tendencias y desafíos. Abordar el impacto de la reorganización fiscal directamente en las áreas clave de personas, procesos y tecnología es, por lo tanto, fundamental en las estrategias y operaciones a prueba de futuro para las oportunidades y amenazas que se avecinan”, dice Aisling O'Keeffe, directora asociada de consultoría en Grant Thornton Irlanda.
La respuesta comercial a la disrupción predominante va desde ajustes tácticos a las cadenas de suministro hasta una revisión de las estrategias de contratación y retención. Las empresas también pueden estar buscando cambios más fundamentales en su modelo y propósito de negocios. Por ejemplo, la digitalización está impulsando más comercio en línea y abriendo nuevos modelos de plataforma y servicio de suscripción. A su vez, el creciente enfoque en la sustentabilidad, inclusión social y otras prioridades ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) plantea preguntas sobre lo que la organización está haciendo en el negocio y cómo juzga el éxito.
Entonces, ¿dónde entran los impuestos -y específicamente el Pilar 2 de la OCDE- en esta ecuación de transformación? Basándonos en lo que estamos viendo en nuestro trabajo con una amplia gama de empresas multinacionales (EMN), cuatro imperativos comerciales clave están saliendo a la luz:
El Pilar 2 está configurado para unir factores como la escasez de talento y la interrupción de la cadena de suministro para convertirse en un importante impulsor de la reestructuración operativa y la reubicación en los próximos años. En una encuesta de más de cuatro mil empresas multinacionales que llevamos a cabo en 2022, más del 30% informó planes de reestructuración importante y cambio de modelo de negocio como consecuencia directa del Pilar 2.
Al nivelar el campo de juego sobre el impuesto mínimo, el Pilar 2 plantea preguntas sobre dónde una empresa debería ubicar mejor a las personas, las funciones, los activos y los riesgos.
Abordar estas preguntas ahora permitiría suficiente tiempo para la transferencia y el reclutamiento, mientras te asegurás de que las operaciones están en su lugar antes de que el Pilar 2 entre en vigor a partir de 2024.
Incluso si el Pilar 2 no es el impulsor principal para repensar la estrategia, las estructuras y las ubicaciones operativas, seguirá teniendo una influencia significativa en los planes.
Nuestra encuesta a las EMN encontró que las empresas esperan un aumento promedio del 4,6% en su tasa impositiva efectiva (ETR). El aumento es significativo en sí mismo, ya que se suma a los costos de materiales, energía y salarios que ya están en espiral. Igual de significativa es la redistribución de las obligaciones tributarias, con facturas que aumentan en algunas jurisdicciones y el diferencial en otras se vuelve menos marcado.
“A medida que las empresas se preparan para la reestructuración que se avecina, la falta de integración del Pilar 2 en la evaluación y planificación estratégicas podría socavar e incluso descarrilar los planes. En particular, las empresas podrían enfrentarse a costos imprevistos y posiblemente insostenibles que podrían erosionar la rentabilidad y competitividad. Los ejemplos podrían incluir trasladar la producción a un lugar políticamente más amigable. Esto mejoraría la resiliencia de la cadena de suministro. Pero ¿y si la carga fiscal adicional hace que los costos sean prohibitivos?”, dice Matt Stringer, socio líder de impuestos internacionales en Grant Thornton UK LLP.
El Pilar 2 tiene implicaciones significativas para las personas, los procesos y la tecnología. Es probable que las demandas de datos y sistemas requieran un alto grado de automatización, nuevas fuentes y capacitación del personal. El Pilar 2 también exige una integración más estrecha entre los sistemas y la planificación fiscales y financieros.
Si bien los equipos de impuestos rara vez son los primeros en la fila para la inversión en tecnología, las demandas excepcionales del Pilar 2 cambiarán esto. La buena noticia es que la funcionalidad fiscal de los sistemas de planificación de recursos empresariales (ERP) ha avanzado mucho en los últimos años, por lo que es posible que ya estén disponibles las capacidades necesarias. Gracias a la nube, otras herramientas ahora pueden ser más baratas y fáciles de obtener e implementar.
La otra consideración clave es el talento. Esto es escaso en impuestos y finanzas en general. Por lo tanto, es importante aprovechar la tecnología y permitir que los profesionales se concentren en las tareas que agregan valor, incluidas las evaluaciones estratégicas en torno al Pilar 2.
Otras aperturas incluyen la racionalización de las estructuras de las entidades dentro de cada jurisdicción para ayudar a simplificar y acelerar el abastecimiento de datos y el cálculo de impuestos.
Ninguna evaluación del impacto social de una empresa está completa sin una evaluación de su contribución fiscal. Esta es la esencia del compromiso de la empresa de ser un ciudadano responsable.
“La barra de expectativas está subiendo de la transparencia fiscal a la moralidad fiscal, donde las empresas deben demostrar su enfoque fiscal que sirve a la sociedad. El ESG acelerará esto. Al igual que el lavado verde, el mayor intercambio de información de las autoridades fiscales y el escrutinio regulatorio basado en la tecnología expondrán las brechas entre las afirmaciones y la realidad”, dice Vikas Vasal, director global de impuestos de Grant Thornton International.
El Pilar 2 está emergiendo como una prueba crítica y un diferenciador para las multinacionales en todo el mundo. Las empresas con la confianza, la agilidad y el conocimiento para incorporar los cambios operativos y de modelo comercial requeridos por el Pilar 2 en su estrategia más amplia de transformación aumentarán la resiliencia y minimizarán las interrupciones. En resumen, actuar hoy hará que el mañana sea más fácil y aumentará la ventaja competitiva.
Si querés que nuestro equipo de especialistas te acompañe en la implementación de medidas con el foco puesto en el Pilar 2, comunicate con nosotros.
