La minería está tomando un papel protagónico en la transición a la sustentabilidad y el net zero. Por ejemplo, el uso del litio, níquel, cobalto y cobre es fundamental para la movilidad eléctrica; el aluminio, cobre y plata son necesarios para la construcción de paneles solares para la generación de energía; y las turbinas eólicas requieren de hierro, aluminio, cobre y zinc para su producción.
Esto conduce a la necesidad de contar con ciclos productivos sustentables, ya que de otra manera el esfuerzo de la sociedad por realizar un cambio de estilo de vida hacia uno sustentable carecería de sentido. La economía circular de recursos y materiales en la industria minera debe tener un rol clave en esta transición ya que no solo proporciona importantes beneficios ambientales, sino que también se puede generar valor a partir de los materiales de desecho surgidos de las operaciones mineras y del procesamiento de los minerales.
Pero para alcanzar la sustentabilidad, se requiere de planes de cierre, de administración del agua, gestión de relaves, prevención de la contaminación y de reducción de emisión de gases de efecto invernadero (GEI).
Los recursos minerales son finitos, esto quiere decir que el ciclo productivo se agota y debe comenzarse uno nuevo en otro lugar. El correcto cierre de la mina implica no solo asegurar la estabilidad de los terrenos, sino que también la remediación y planificación territorial, para el aprovechamiento de la tierra y hasta su posible forestación.
El tratamiento de los relaves y otros residuos es un factor especial y requiere de una gran planificación antes, durante y después del proyecto ya que usualmente se generan en forma masiva y en grandes volúmenes, por lo que el transporte o tratamiento podría generar un mayor impacto ambiental. En este caso, es importante pensar alternativas en el tratamiento y el reaprovechamiento, teniendo en consideración el alto contenido de agua que presentan.
En 2021, Argentina presentó ante la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático una actualización de la segunda Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC), en la que expresaba una nueva meta absoluta aplicable a todos los sectores de la economía, de no exceder la emisión neta de 349,16 MtCO2e para el año 2030, lo que implica un 27,7% menos respecto de la NDC presentada en 2016.
Para poder lograrlo, se necesitará contar como aliado al sector minero. En pos de esto, la Secretaría de Minería de la Nación aprobó una “Planificación Estratégica para el Desarrollo Minero Argentino” (PEDMA) para los próximos 30 años, en la que se incluyó la creación de una Mesa Nacional para la elaboración de una propuesta de visión común o compartida como atributo central al Desarrollo Sostenible, que incluye aspectos económicos, sociales y ambientales como parte de un desarrollo armónico, equilibrado, equitativo y responsable que contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas.
A su vez, este plan tiene un “Programa de Gestión 2020/2023” que cuenta con 18 programas divididos en siete objetivos estratégicos:
Potenciar el desarrollo sustentable de la actividad del sector minero y promover inversiones en la exploración y explotación
Asegurar la correspondencia entre el costo fiscal de las políticas de promoción minera y el efectivo desarrollo de la inversión
Transformar el desarrollo de la actividad minera en oportunidades de desarrollo integral de las personas y las comunidades
Comunicar a la comunidad el potencial de la minería en el marco del modelo de desarrollo productivo nacional, procurando la difusión y la legitimación de la actividad minera
Favorecer el acceso a la información vinculada a la actividad y la Política Minera Nacional, garantizando la gestión transparente del sector
Contribuir a la preservación ambiental, ejerciendo la supervisión establecida por la Ley N° 24.585 y garantizando el uso sustentable y sostenible de los recursos naturales
Articular la gobernanza en compromisos internacionales, regionales, provinciales y locales, fortaleciendo la agenda internacional.
En Grant Thornton estamos familiarizados con la Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas (EITI), al que Argentina está adherido desde 2019. El EITI es un estándar global para mejorar la transparencia y la rendición de cuentas en el sector petrolero, gasífero y minero que establece un marco para que tanto gobiernos y empresas desarrollen y cumplan el compromiso de revelar públicamente los flujos financieros que provienen de las actividades de extracción.
Dentro del EITI se evalúan los impactos a la calidad del aire, la calidad y cantidad de agua, al drenaje ácido minero, a los impactos sobre las tierras, a los ecosistemas, y a la economía, con el objetivo de contribuir al desarrollo sustentable y al beneficio de la ciudadanía.
Nuestros expertos de minería, sustentabilidad y sector público conocen los pormenores de la actividad y se encuentran preparados para acompañar a las empresas y gobiernos a ir más allá de los negocios y dar el salto a la sostenibilidad. Si querés dialogar con ellos, contactanos.