En la madrugada del 28 de junio de 1969, la policía llegó al Stonewall Inn, un bar gay del barrio Greenwich Village, Nueva York, para detener a personas gays, lesbianas, trans, bisexuales y otros miembros de la comunidad LGBTQIA+ que se encontraban allí.
La policía comenzó una redada, pero los clientes del bar se resistieron al arresto, comenzando un disturbio que fue en ascenso y provocó escenas de violencia que fueron mitigadas luego de largas horas. En rechazo a la brutalidad policial, referentes del colectivo LGBTQIA+ convocaron a manifestarse en el bar las cinco noches siguientes. Durante esos seis días 21 personas fueron arrestadas.
Si bien estas jornadas de protesta no cambiaron de manera inmediata el trato que las fuerzas de seguridad daban a los miembros de la comunidad LGBTQIA+, ni resultaron en cambios en la regulación que criminalizaba la diversidad sexual; muchas organizaciones y asociaciones tuvieron su origen en Stonewall. Estos grupos llevaron adelante la primera Marcha del Orgullo el 28 de junio de 1970, a un año de los disturbios, y continuaron la lucha por los derechos de la comunidad en las décadas siguientes.
En Argentina, una encuesta publicada en 2021, realizada por la consultora Bridge The Gap junto con la Cámara de Comercio LGBT Argentina (CCGLAR) señala que el 92% de las personas LGBTQIA+ consideran que hay discriminación en el espacio de trabajo. Seguido por el ámbito familiar (86%), educativo (82%) y en los medios de comunicación (81%). A su vez, el 42,8% considera que esto aumentó durante la pandemia por COVID-19.
La inclusión de las minorías en las empresas es visto positivamente por gran parte de la sociedad. Los consumidores están tomando decisiones de compra y respaldando marcas con fuertes valores de diversidad, equidad e inclusión, y los empleados quieren trabajar en equipos diversos e inclusivos donde todos tengan las mismas oportunidades de prosperar y pertenecer. No obstante, tan solo el 36% de las personas encuestadas consideran que en las empresas se están llevando adelante acciones en pos de mejorar el espacio laboral para el colectivo LGBTQIA+.
Un documento de la Fundación Human Rights Campaign (HRC) y Fundación Iguales señala que en ambientes no inclusivos, el 72% de los trabajadores LGBTQIA+ abandonan la empresa antes del tercer año y que 1 de cada 4 decide no ser visible en su trabajo por miedo a perder oportunidades laborales, de carrera, salariales o el puesto de trabajo.
Argentina es uno de los países de Latinoamérica que más ha avanzado en políticas de inclusión. Cada mes de junio, muchas empresas cambian sus tradicionales logos en redes sociales por uno con el arcoíris en reconocimiento y apoyo a la lucha LGBTQIA+.
Sin embargo, en algunos casos se tratan de acciones superficiales en las que una empresa parece apoyar a la comunidad a través de acciones de marketing. Estos programas tienen el objetivo de ser reconocidos como aliados y posicionarse como organizaciones diversas e inclusivas ante sus competidores y ante el público joven que encuentra la lucha por causas sociales atractiva a la hora de elegir donde desarrollar su carrera. Sin embargo, muchas de estas acciones no se sustentan en el día a día al no verse reflejadas en prácticas internas para empoderar a colaboradores de la comunidad LGBTQIA+ o apoyarlos en sus desafíos frente a la discriminación y la desigualdad. A esto se lo conoce como “rainbow washing”.
Dar el paso hacia la verdadera inclusión LGBTQIA+ requiere que las empresas realicen una revisión profunda de su comunicación y sus procesos internos. Detallamos a continuación puntos clave a considerar:
En adición a estos puntos, la recopilación de datos sobre diversidad, un programa integral de gestión de personas y el compromiso de los líderes organizacionales son esenciales para pasar del rainbow washing a la verdadera contribución con el movimiento LGBTQIA+.
Todas las firmas que pertenecen a la red Grant Thornton nos guiamos por nuestros valores CLEARR: Colaboración, Liderazgo, Excelencia, Agilidad, Responsabilidad y Respeto. Este último valor significa para nosotros “saber utilizar la influencia sabiamente” reconociendo que somos dueños de nuestras acciones. Es por esto, que creemos en el respeto por la orientación sexual, la identidad de género y la expresión de género; y brindamos a nuestros colaboradores espacios de trabajo en los cuales pueden expresar su identidad sin sufrir por ello repercusiones negativas.
Nuestra política de selección de personal establece que se considerarán exclusivamente la calificación, competencias y experiencia profesional del candidato, sin importar su raza, color, religión, nacionalidad, origen, edad, sexo, orientación sexual o estado civil.
Como Firma, estamos comprometidos a ser un espacio de trabajo amigable, en el que todos se sientan seguros y que aliente a las personas a ser auténticas, vivir plenamente su originalidad y ser ellos mismos todo el tiempo y en todo lugar.
Creemos que la diversidad nos fortalece y que proporcionar un ambiente libre de acoso, intimidación y discriminación permite que cada uno de nuestros colaboradores dé lo mejor de sí en sus tareas y brinde un servicio de calidad.
"El origen de nuestra lucha está en el deseo de todas libertades"
Carlos Jáuregui