Un informe elaborado por UN Environment Inquiry en 2018 estimaba que la necesidad de financiamiento sostenible en Argentina para el período 2019-2030 era de al menos 51.000 millones de dólares al año. Mientras que el flujo de finanzas sostenibles en 2018 fue de aproximadamente 14.100 millones de dólares.
Atentos a estos datos, en el año 2020 se conformó en Argentina la Mesa Técnica de Finanzas Sostenibles (MTFS), compuesta por los principales entes del sector público y coordinada por la Secretaría de Asuntos Económicos y Financieros Internacionales del Ministerio de Economía de la Nación. Ésta tiene como objetivo “coordinar, diseñar, evaluar y promover políticas públicas, actividades, instrumentos económicos y financieros que faciliten las inversiones públicas y privadas hacia iniciativas que promuevan el desarrollo y fortalecimiento de las finanzas sostenibles de nuestro país”.
Bajo este marco y con el fin de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la Organización de la Naciones Unidas (ONU), se aprobó mediante la Resolución N° 696/2023 la adopción e implementación de la Estrategia Nacional de Finanzas Sostenibles (ENFS).
“La sostenibilidad representa un concepto renovador que día a día va tomando mayor preponderancia en la conciencia de la sociedad y por ende también en los inversores. Las finanzas sostenibles se constituyeron como efecto del interés cada vez mayor entre los actores del sistema financiero, públicos, mixtos y privados, por cuestiones ambientales y sociales, tales como cambio climático entre las primeras, e inclusión, diversidad y equidad entre las segundas”, comenta Marcelo Pinto, Socio de Advisory Services en Grant Thornton Argentina.
Son decisiones de inversión que contemplan factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) y que contribuyen a lograr un crecimiento fuerte, sustentable, equilibrado e inclusivo aportando directa e indirectamente a los ODS.
Son el financiamiento y los respectivos arreglos institucionales y de mercado que facilitan el desarrollo sostenible del país y generan un impacto económico, social y ambiental medible.
La ENFS es una hoja de ruta enfocada en generar las condiciones para identificar y movilizar de forma escalable los recursos necesarios para atraer inversiones públicas y privadas que contribuyan a alcanzar los objetivos de la Agenda 2030. A su vez, va a permitir generar una guía para la gestión de los riesgos financieros relacionados con el clima.
El documento propone cinco ejes principales estratégicos que incluyen aspectos financieros y no financieros para asegurar una transición justa hacia el cumplimiento de los ODS adaptados a la realidad y necesidades del país:
1. Marco normativo: busca profundizar el ordenamiento y desarrollo de normativas locales conducentes al desarrollo de las finanzas sostenibles en Argentina. El foco será puesto en el financiamiento para una transición hacia una economía baja en carbono.
2. Lenguaje común y taxonomía: establecer criterios para el desarrollo de un lenguaje y metodología de evaluación y reportes comunes. La aplicación de la taxonomía deberá realizarse gradualmente para así facilitar la adecuación de los procesos y la utilización por los diferentes actores.
3. Generación de información, transparencia, reporte, indicadores y análisis de datos: desarrollar metodologías de evaluación, análisis, indicadores y reporte comunes para consolidar el mercado, incorporando la perspectiva de sostenibilidad. A su vez, plantea contar con fuentes fiables de datos ESG para utilizar como base para la toma de decisiones y el establecimiento de objetivos y acciones.
4. Incentivos: generar oportunidades e incentivos para atraer fondos locales e internacionales al mercado de finanzas sostenibles en Argentina.
5. Instrumentos financieros sostenibles: profundizar el diseño e implementación de instrumentos financieros y proyectos innovadores desarrollados por entidades públicas y privadas del mercado local para estimular los flujos de capital.
“Un estado moderno no puede obviar el impacto que las decisiones macroeconómicas y de largo plazo pueden tener sobre dichos tópicos. En momentos de dificultades y desafíos como el que atraviesa nuestro país, resulta imprescindible que el tablero de control de los indicadores de desarrollo contemple criterios de sostenibilidad, en línea con los ODS y las principales directrices globales en la materia”, apunta Pinto.
Diferentes entidades bancarias, organizaciones, foros internacionales y partes interesadas han analizado los riesgos e implicancias financieras del ESG y han comenzado a delinear alternativas e implementaciones para abordarlos. En este sentido, la ENFS permitirá comenzar el proceso de identificación de los riesgos relacionados al cambio climático y fortalecer las capacidades de forma tal que el sector financiero -tanto público como privado- aumente su resiliencia y consolide su aporte a las finanzas sostenibles en Argentina.
La primera Encuesta Nacional de Finanzas Sostenibles y Cambio Climático, realizada al sector bancario por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) sobre el último trimestre de 2022, dio a conocer que el 74% de las instituciones encuestadas considera al cambio climático como una fuente de riesgos financieros para la entidad y el 65% como una fuente potencial de riesgo para la estabilidad del sistema financiero en Argentina.
A su vez, el 72% reconoce que aún no cuenta con un marco de identificación y gestión de riesgos y el 77% no cuenta con criterios específicos para identificar y clasificar las operaciones de crédito o los proyectos productivos que generan beneficios ambientales. La ENFS, podría ser la base sobre la que estas entidades puedan diseñar sus estrategias en pos de las finanzas sostenibles.
“Es una oportunidad para asegurar que la estrategia de transferencia de recursos hacia proyectos e iniciativas se realice considerando objetivos no sólo económicos sino también sociales y medioambientales, generando mayor valor, por ejemplo, en términos de normativa, gestión de información y reportes. Es importante que nos comprometamos como país a participar activamente de la vanguardia en el abordaje de la sostenibilidad, con transparencia y compromiso ético”, concluye el experto sobre la Estrategia Nacional de Finanzas Sostenibles.