La COP27 fue una oportunidad muy necesaria para que los líderes mundiales se reenfocaran en el cambio climático a pesar de un contexto geopolítico difícil. Mientras las Naciones buscaban los mejores resultados para sus poblaciones, las discusiones entre los más de 100 líderes mundiales continuaron durante días después de su finalización oficial.
Entre los asistentes se encontraba Ivri Verbin, copresidente del Comité Directivo de Soluciones de Sostenibilidad Global de Grant Thornton. “La COP27 resaltó que aún estamos lejos de cumplir con nuestras metas globales”, informó. “El mundo empresarial, incluidas las PyMES, puede ayudar a impulsar el cambio necesario mediante la colaboración con el sector público. Creo que nuestro papel como asesores de confianza de las empresas es ayudar a facilitarlas y apoyarlas en su camino hacia la sostenibilidad. Podemos y debemos dar un paso al frente para responder a los desafíos del cambio climático”.
No vimos tantos compromisos importantes en Egipto como el año pasado, en Glasgow. Pero se logró un progreso positivo en la COP27 y está claro que las organizaciones tienen la responsabilidad de actuar.
Después de años de debate, el resultado de más alto perfil de la COP27 fue un acuerdo sobre una manera justa de proporcionar financiamiento a los países más vulnerables y menos responsables de los desastres climáticos, ayudando a sus comunidades a reconstruirse después de eventos climáticos extremos impactantes.
El fondo de 'pérdidas y daños' es una decisión innovadora. Se creará un nuevo comité de transición para recomendaciones sobre la implementación de los acuerdos y se espera que se reúna en abril de 2023.
“Hemos determinado un camino a seguir en una conversación de décadas sobre la financiación de pérdidas y daños, deliberando sobre cómo abordar los impactos en las comunidades cuyas vidas y medios de subsistencia han sido arruinados por los peores impactos del cambio climático”, dijo Simon Stiell, Secretario ejecutivo de cambio climático de la ONU.
Sin embargo, no se llegó a ningún acuerdo sobre cómo y de dónde se financiará el fondo.
Las Naciones reafirmaron sus compromisos de la COP26 de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales, descrito por el secretario general de la ONU, António Guterres, como la "batalla por nuestras vidas". Pero el análisis de la ONU brindó nueva evidencia de que no se alcanzará este objetivo, con el mundo en camino de un calentamiento de 2,5°C según los planes climáticos nacionales para 2023.
“COP27 ha confirmado que el mundo no dará marcha atrás en el Acuerdo de París; un paso importante hacia la justicia climática”, dijo la presidenta de la UE, Ursula von der Leyen. “Sin embargo, la ciencia tiene claro que se necesita mucho más para mantener el planeta habitable”.
A pesar de esto, algunos países intentaron dar marcha atrás en las promesas climáticas actualizadas o nuevas que presentaron en la COP26. Y, de manera preocupante, se abandonó la resolución para garantizar que las emisiones de gases de efecto invernadero alcancen su punto máximo para 2025.
La ecologización urbana, la gestión de inundaciones, las medidas de seguridad alimentaria y la arquitectura resistente al clima son todas necesarias para hacer frente a los impactos actuales y previstos de los fenómenos meteorológicos extremos. COP27 vio $230 millones en nuevas promesas al Fondo de Adaptación para mejorar la resiliencia climática mediante la preservación de los hábitats naturales y la construcción de defensas hechas por el hombre.
Mientras tanto, para rastrear la efectividad de los esfuerzos de mitigación climática, se anunció que el primer Balance Global se publicará en la COP28. “Por primera vez haremos un balance de la implementación del Acuerdo de París”, dijo Steill. “Evaluará de forma independiente el progreso que hemos logrado y si nuestros objetivos son adecuados”.
En el evento se exhibieron los avances en tecnología energética, incluida la nuclear, las pilas de combustible de hidrógeno y los vehículos eléctricos. Con proyectos de electrificación rápida para impulsar la democratización energética. Y se lanzó un programa de trabajo de cinco años para promover soluciones de tecnología climática en los países en desarrollo.
El hidrógeno fue fuertemente promovido en la COP27 como una oportunidad para dar la bienvenida a una nueva era de energía renovable barata, confiable, particularmente en los sectores dependientes del petróleo y el carbón. La Cumbre de Transición del Hidrógeno abogó por el hidrógeno como una de las opciones más prometedoras para la creación de una infraestructura de transporte baja en carbono.
“El hidrógeno verde es fundamental para la descarbonización global”, dijo Noam Boussidan, curador de la plataforma sobre energía en el Foro Económico Mundial. "El transporte por carretera, el transporte marítimo y el acero, en particular, se beneficiarán de una mayor producción de hidrógeno verde".
Para que sea justa y eficaz, la adaptación y la recuperación deben financiarse de manera que permita a los países en desarrollo sobrevivir a los impactos climáticos. Durante la COP27, se destacó el fracaso de los países desarrollados para cumplir con la meta de $100 mil millones por año en financiamiento climático movilizado, con llamados a establecer un nuevo objetivo colectivo sobre financiamiento climático para 2024.
Además, se instruyó a los bancos de desarrollo y a las instituciones financieras financiadas con fondos públicos para que actuaran y se alinearan en el financiamiento climático. Se hicieron demandas de reformas al Banco Mundial, que no financia adecuadamente la adaptación climática y la reducción de emisiones, mientras continúa respaldando proyectos de combustibles fósiles.
“Las instituciones creadas a mediados del siglo XX no pueden ser efectivas en la tercera década del siglo XXI”, dijo la primera ministra de Barbados, Mia Mottley. “No describen problemas del siglo XXI. La justicia climática no era un problema [en ese entonces]”.
Las soluciones sugeridas incluyeron el respaldo del Banco Mundial para proyectos renovables normalmente financiados por el sector privado, a tasas de interés más bajas, lo que hace que sea más barato para los países en desarrollo invertir en energía limpia; y asociaciones público-privadas, con el FMI promoviendo un enfoque de financiación combinada.
El COP27 vio el lanzamiento de las Directrices Net Zero de ISO, un marco universal para la contabilidad de carbono que proporciona métricas realistas para medir y compensar las emisiones. La ISO espera que las pautas proporcionen un panorama unificado de gobernanza de cero neto, ofreciendo una base globalmente consistente para comprender y planificar para el cero neto.
“Las Directrices Net Zero traerán una alineación muy necesaria en net-zero”, dijo la presidenta de ISO, Ulrika Francke. “Esta publicación es un hito histórico para acercar a la comunidad internacional al cumplimiento de los compromisos climáticos y poner al mundo en el camino correcto para 2050”.
Las pautas de ISO incluyen definiciones estandarizadas de cero neto y conceptos relacionados, incluidas las emisiones de alcance 1, 2 y 3. Estos respaldarán objetivos unificados a nivel mundial y la incorporación de net-zero en las estrategias comerciales. También será una herramienta clave para ayudar a las organizaciones a comprender la sostenibilidad de su cadena de valor e informar con precisión sobre ella.
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